Este ha sido un MUY BUEn modo para comenzar la lista de lecturas del año, aunque he de admitir que este libro en particular me ha decepcionado en la misma medida en la que me ha sorprendido.
Me explico; se había creado tanta expectación con este libro -sobre todo en toooodos los canales de booktubers de todo el mundo- que tenía miedo al tiempo que estaba ansiosa por comprobarlo por mí misma si esta historia era tan maravillosa como todo el mundo afirmaba que era. Es decir, por lo general suelo tener los mismos gustos que tienen los booktubers a los que sigo, pero seamos serios, ya me he llevado más de un chasco con el Hype que toma esta clase de libros y al final me crean unas expectativas que no tienen nada que hacer con lo que finalmente se encuentra.
Y en este caso ha sido así... y no, al mismo tiempo. Es complicado, pero en general la valoración es positiva, ya veréis ;)
Pero si algo que realmente me ha enganchado de esta novela es su proliferación de estrategias en todo momento. Tanto por parte de Kestrel como por la de Arin. Estaba esperando continuamente a ver quién era más listo de los dos. Aún no lo he averiguado, no del todo.
Los personajes principales son fuertes y creíbles, lo que ha ayudado a construir un mundo que -aunque prácticamente no ha estado desarrollado- logra su función dentro de la fantasía y en el que puedes llegar a sumergirte con facilidad. Krestel no es la típica niña mimada que necesita ser guiada o rescatada en todo momento. Piensa muy bien en lo que hace y cuál puede ser la consecuencia de sus acciones, previéndolas de antemano, lo que le da un giro interesante a la historia de vez en cuando, siempre y cuando no te de por pensar en lo calculadora que puede llegar a ser. Y creedme, puede llegar a ser muy, muy, calculadora. Lo de fría... bueno, yo diría que lo intenta, pero Arin no le deja.
Aunque al principio él también se muestra frío, distante, y letal incluso, poco a poco ambos van dirritiendo su frialdad el uno al otro, dejando entrever esa parte que no pueden dejar expuesta a la vista de todo el mundo. Y cuando empieza a crearse la confianza y la complicidad entre ellos... bueno, a mí me parece a algo como esto:
Los puntos en contra, a mi forma de ver, son algunas incongruencias en los diálogos. Es decir, pasaban de hablar de una cosa a otra tan rápido que no le veía mucho el sentido, logrando que me perdiera en ocasiones o me sintiera un poco confundida pero bueno, dentro de lo que cabe... bien. Afortunadamente no ha habido mucho de eso.
También había algunos elementos que veía más innecesarios y que me creaban ansiedad, además de un constante "pog qué, zeñó, pog qué" en mi cabeza, aunque poca cosa.
Por lo demás he disfrutado mucho leyéndolo. Me he quedado con ganas de saber más. Sobre todo por conocer todo eso que aún queda oculto tras Arin, y por ver como Kestrel sale del lío en el que ella sola se ha metido -¡eso es una estratega y lo demás es tonterías!-.
Sí, era ironía, y de las gordas.
En definitiva, no ha estado nada mal.
Le doy un 8.
A ver si al siguiente puedo subirle un poco más.
¡Nos vemos!
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