Violet está rota. Finch está roto. ¿Pueden dos mitades rotas reconstruirse?Esta es la historia de una chica que aprende a vivir de un chico que pretende morir; de dos jóvenes que se encuentran y dejan de contar los días para empezar a vivirlos.
En contra de lo que suelo hacer con los libros que leo en inglés, esta vez me he decidido a poner el resumen del libro que tiene la versión española porque creo que no destripa tanto el contenido de la novela. Y eso es algo que para mí es ESENCIAL en este caso.
Antes que nada quiero aclarar que en esta reseña va a ver contenido explícito de lo que se narra en el libro, así que si no lo habéis leído y tenéis intención de hacerlo, id directamente al final de la reseña, donde estará mi valoración libre de SPOILERS.
Ahora sí... ¡empezemos!
Este libro ha acabado totalmente conmigo. En el buen sentido, claro, pero también en esa parte "menos buena" de la historia. Es decir, las cien últimas páginas, que no ha sido sino un sufrimiento constante que me tenía el corazón hecho trizas.
Pero, ¿cómo podría describir este libro sin destripar su esencia? Confieso que en realidad me faltan palabras para poder describirlo como se merece, porque es una verdadera obra maestra y no me extraña que haya ganado el premio a la categoría de Young Adult Fiction en Goodreads.
Para empezar debo decir que desde el inicio la historia presenta no a uno, sino a dos personajes totalmente increíbles. Sí, lo admito, tengo una gran debilidad por Finch porque... bueno, es Finch. ¿Cómo podría no gustarte las cosas que dice, cómo las dice? Es imposible no crear un lazo emocional con él desde el primer momento. Esa ironía suya, las situaciones tan locas en las que te pone o sobre las que te habla, simplemente para provocar en ti la respuesta que está esperando. Es un jodido genio. Punto.
Sí, es posible que el trastorno de bipolaridad que al final se descubre que tiene parezca contradecir lo que acabo de decir, pero es absolutamente falso. De hecho, el único que me parecía realmente coherente en toda la historia fue él...
Lo cual puede no decir mucho a favor de mi propia salud menta ^^"
En cuanto a Violet, no puedo más que estar de acuerdo con ella en la mayoría -que no todos- de pensamientos que tiene; su forma de sentir, de ver las cosas. Aunque también debo decir que ha habido momentos en los que me ha caído fatal por un ramalazo de niñatería en cuanto al tema chicos se refiere. Sobre todo en lo relacionado con: dejo que mi ex se cree esperanzas, dejando incluso que me bese y tal, pero en verdad no quiero nada con él. Entonces, ¿para qué lo haces?
Ambos son como el agua y el aceite en cierto modo, pero juntos forman una mezcla explosiva y única que hace de este libro algo especial y totalmente maravilloso. He tardado en leerlo más de lo normal, pero precisamente porque me paraba cada dos por tres interiorizando los capítulos.
Tanto Finch como Violet te ofrecen una perspectiva del mundo que puedes o no puedes compartir, pero desde luego que no te deja indiferente.
He gastado más de 40 marcadores señalando frases, momentos, ideas, SENTIMIENTOS que de eso esta novela anda pero bien sobrada. Con eso creo que lo digo todo. Es una bomba de relojería emocional, pero en mi caso ha sido en el buen sentido.
Hay libros que dejan mucho de sí en algunas personas cuando lo leen. Este en particular ha sido uno de esos para mí, uno de los que me ha calado, pero bien hondo. Se va de cabeza a uno de mis libros favoritos de todos los tiempos.
Porque...
Espero que os haya gustado la reseña y que os animéis a leer esta maravilla.
¿Mi puntuación? 10 de 10 sin lugar a dudas.
¡Nos vemos!
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